Intente innumerables veces escribir nuestra historia de amor pero nunca me alcanzaron las palabras, nunca supe como ordenarlas para que describan lo que paso entre nosotros. Tal vez sea una señal de que no soy tan buena escribiendo, o tal vez sea una señal de que nuestra historia jamas va a tener un fin; o que nadie va a poder entender que sucedió entre nosotros.
Creo que el motivo por el cual no puedo escribir es porque esta no es la típica historia de amor.
Nunca pudimos estar en sincronía. Cuando yo estaba lista, vos me habías olvidado; y cuando vos estuviste listo, yo te había almacenado en un cajón de mi memoria. Pero por mas inconvenientes que hayamos tenido, siempre volvíamos a encontrarnos; nunca hubo un cierre definitivo. Te encontré en los lugares menos pensados: una estación de trenes a las 3 de la madrugada, la fiesta de algún amigo lejano, un bar que pensé que nadie conocía. Aun hoy, 9 años después de haberte conocido, te vuelvo a encontrar. Vuelvo a sentir lo que sintió esa nena de 14 años una noche calurosa de noviembre cuando la besaste por primera vez, vuelvo a sonrojarme como la primera vez que te vi.
Nunca voy a poder escribir nuestra historia de amor (por mas que lo intente). Nunca vamos a estar en sincronía, no estamos destinados a estar en sincronía; pero estamos destinados a encontrarnos. Siempre.
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